Miércoles 12, Agosto 2009 Santa Cruz de la Sierra - Bolivia | ||
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Opinión. Un bochorno con varios responsables
Roberto Aguirre D. Periodista
Lo que faltaba. A un césped hecho trizas y un equipo local que iba en desventaja se sumó la vergüenza internacional causada por la cobarde agresión de un hincha local contra un futbolista del cuadro uruguayo River Plate.
Con el 0-1 en contra para Blooming, y casi media hora por jugar, el réferi hizo bien al suspender el encuentro, por falta de garantías. El estadio Tahuichi deberá afrontar ahora una dura sanción y el desafío de borrarse el estigma de ser un escenario inseguro.
Los dardos apuntan al delincuente -no es menos- que agredió al delantero ‘charrúa’. Pero J.L.M.G., con esas iniciales fue identificado anoche, no es el único culpable. Seguro que irá a la cárcel, pero ahí no acaba el problema. Vendrán la multa, la suspensión, la condena internacional para el campo de juego… ¿y después?
Tienen que asumir sus fallas y enmendar errores los ‘dueños del espectáculo’. Esta vez le tocó el turno a los dirigentes de Blooming. El club local es el responsable, ya sea que se haga cargo directamente de la organización o la ceda a alguna empresa cuya idoneidad, se supone, ha sido verificada para responder a tamaña exigencia. Máxime si se trata de un juego internacional. También cargan con la culpa la Policía y la empresa privada de vigilancia. Porque o no están capacitados o no asumen su labor preventiva. La Fiscalía tampoco sale librada. Así se explica que un tipo corriera varios metros hasta ingresar en la cancha para agredir.
Y ojo que lo de anoche no es un ‘caso aislado’. No hay que engañarnos. Es lo que vemos en los estadios del país domingo a domingo. ¿O acaso no siguen metiendo petardos a granel para cada juego de la Liga? Los mismos petardos que anoche explotaban alrededor de los uruguayos para buscar lesionar a alguno. ¿Acaso alguien le pone freno a la venta de botellas a las tribunas? Botellas como las que anoche buscaban noquear a los réferis o a algún integrante de River y que también ‘vuelan’ en el Siles o el Capriles. Aquéllos que ceden espacios en los medios a los ‘barra brava’ también tienen su parte.
Un imbécil se metió anoche en la cancha para agredir y varios se los permitieron. Meterlo preso no basta, hay que corregir de una vez. Si no, seguirá sobrando culpa para repartir.
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